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viernes, 7 de mayo de 2010

La urbanidad de una biblioteca

El espacio de una biblioteca determina en parte las lecturas de sus usuarios. Sobre todo si pensamos en una biblioteca concebida como un espacio abierto en que se llega a un libro de manera lúdica y espontánea (y no solicitando libros ocultos tras un mesón). La biblioteca es el espacio que invita a la lectura a través de una presentación motivante. Además, es el espacio que nos acoge al punto que nos apropiamos de él, porque tenemos el derecho de estar allí, compartiendo el placer de leer con los otros. En ese sentido, es un espacio que se construye a veces solo, de manera espontánea, según las deambulaciones y ocurrencias de los usuarios. Así, tal silla es desplazada, tal libro abierto y luego dejado a la vista. En suma, una biblioteca es un espacio vivo que se forja en el diálogo de ideas de presentación del bibliotecario y el espontáneo uso de los usuarios.
Es algo así como el espacio público de la ciudad, construido en el diálogo de urbanistas y ciudadanos. Un espacio público integralmente lector.

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