Siguiendo con nuestro post anterior, recordamos una conocida polémica en torno a Tintin, que revela la importancia de las historietas. Tintin, del autor belga Hergé, a lo largo de los años ha recibido numerosas interpretaciones políticas. Claro está, los primeros títulos invitaban a ello (Tintin en el Congo, Tintin en el país de los soviets…).
Estas polémicas son interesantes hoy porque reflejan el espíritu de toda una época. Por ejemplo, Tintin en el Congo (1931) muestra directamente la mentalidad colonial que imperaba en Bélgica en ese entonces con respecto a África. El Congo es mostrado como un país caótico y aculturado. En dicha historia, por lo demás, Tintin actúa como un cazador inescrupuloso (irresponsablemente cruel con los animales), cosa que hoy resulta inmoral. De hecho, este álbum de la serie en algunos países es censurado (como en China).
Hergé argumentó en su defensa que él sólo traducía la mentalidad de la época…
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