Los celulares se han convertido, para muchos (y en especial los jóvenes), en una extensión del cuerpo. Van pegados a la piel para sentirlos vibrar e interrumpen con sus llamados cualquier conversación. Son una manifestación cotidiana de la vida social privada. Además, sus funciones se multiplican. Hasta el punto de ser un material de lectura. Y sí. En Japón, país líder en estos menesteres tecnológicos, existen novelas que circulan vía teléfono móvil, llamadas “keitai” (que quiere decir “celular”). Van por entregas, de lectura rápida y tramas simples. Sus autores y sus lectores son jóvenes, lo que borra la frontera entre escritor y lector. En suma, es un excelente ejemplo de que la lectura se adapta y enriquece con la tecnología.
Acá, algunos artículos sobre cultura keitai en Japón:
Y aquí un reportaje sobre el libro digital.
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